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LA INCOHERENCIA DE LA CULTURA DE LA CANCELACIÓN

Durante los últimos meses, se han visto diferentes casos de lo que los anglosajones denominan como la cultura de la cancelación. Pese a no tener una fecha exacta, la cancel culture es un fenómeno que tiene un largo recorrido y que en la actualidad está triunfando, pero ¿En que consta dicha cultura? ¿Cuáles son los efectos de este fenómeno?


La cancel culture (también conocida como la cultura de la cancelación) consta en dejar de apoyar a un artista dejando de consumir su producto o directamente dejando de ser su fan (en el caso de serlo). Generalmente este hecho se da tras descubrir que el artista es un maltratador, racista, homófobo, machista, pedófilo o por no compartir sus ideales. Muchos expertos denominan esta cultura como la cultura digital. Un fenómeno donde los jueces son los internautas de las redes sociales y son estos quienes deciden que es lo correcto e incorrecto. Esta cultura afecta a todas las esferas, pero especialmente al ámbito musical. La lista de artistas que han sido cancelados es grande pero los más conocidos son: R. Kelly, 6ix9ine, Chris Brown, Doja Cat, Dua Lipa y Scarlett Johansson.


Puede parecer que esta cultura es justa e imparcial, pero, la realidad es otra. Comencemos por el caso del cantante R. Kelly. Este artista de r&b es un depredador sexual que actualmente se encuentra en prisión tras varias denuncias. Puede que muchos no lleguen a creerlo, pero la realidad es que el cantante de I Believe I Can Fly ha sido un monstruo y así lo ha demostrado el documental Surviving R.Kelly.


Un documental donde las victimas de este cantante cuentan con todo detalle lo que han sufrido por parte de R. Kelly, desde maltrato psicológico hasta violencia física. Mediante este documental, las redes sociales comenzaron el movimiento #MuteRKelly, cuyo objetivo consistía en dejar de poner canciones del artista en las emisoras de radio y que se retirara todo el repertorio del artista de las plataformas mainstream como Spotify, Tidal etc. Pese a que el movimiento logró quitar a R. Kelly de Spotify durante un periodo corto de tiempo, meses después volvieron a ponerlo en la plataforma.



Otro caso mediático es el del cantante Chris Brown. Este artista estadounidense maltrató físicamente a su ex pareja Rihanna en 2009, a Karrueche en 2017 y posee varias denuncias por parte de otras mujeres. Después de estas acciones, muchas personas decidieron dejar de escuchar a Chris Brown, es decir, lo cancelaron, mientras que otros prefirieron seguir escuchándole realizando una separación entre el ámbito público y el ámbito privado. Pese haber “cancelado” ha dicho artista, hace menos de una semana Chris Brown fue premiado al mejor artista de r&b en los premios BET, por lo que da que pensar el efecto real sobre esta cultura en el caso de los artistas masculinos.



En el caso de las mujeres, dicha cultura tiende a ser más estricta y el margen de error es nulo, véase el caso de Doja Cat. Hace unas semanas, Doja Cat fue otra victima de esta cultura. El motivo que llevó a muchos a cancelar a la rapera fue su participación en grupos de chats con supremacistas blancos, un tik tok insultando a Beyoncé y una canción con letras racistas. Tras las acusaciones, Doja Cat hizo un live en Instagram y afirmó participar en grupos de chats, pero había personas de todo tipo (incluido los supremacistas), demostró arrepentimiento hacía su canción racista y su insulto hacía la cantante Beyoncé. Pese a que ha pasado tiempo, las personas siguen criticando a la rapera y afirman no olvidar su error.



Otro caso de esta cultura fue Dua Lipa. El año pasado la cantante acudió a un club de striptease donde se le hicieron unas fotos y vídeos lanzando billetes a las bailarinas del lugar. La artista británica siempre ha afirmado ser feminista, pero los internautas lo vieron como un insulto hacía el movimiento feminista, por lo que muchos decidieron cancelarla.


Como se ha podido ver, esta cultura es efímera, inestable e injusta. Si investigáis estos cuatro casos en profundidad os daréis cuenta de como esta cultura es reflejo de la sociedad. La cancel culture siempre castiga más a las mujeres en comparación a los hombres por muy pequeño que sea el fallo que hayan hecho. Se tiende a no perdonar los fallos y errores de las mujeres pero se aplaude y premia el de los hombres, no hay más que ver el caso de Chris Brown.


Muchos afirman que el siglo XXI es una época donde domina la fragilidad, pero desde mi perspectiva diría que es un siglo donde la juventud esta tomando conciencia y hay ciertas acciones o formas de pensamiento que ya no se aceptan. Hay artistas que no llegan a ser conscientes de su posición y como se han convertido en iconos para sus respectivos fans. Es más, muchos fans imitan sus estilos de vida (un hecho del que no se debe culpabilizar al artista pero, este si que debería ser consciente de sus actos y la repercusión que tiene).


Cada uno es dueño de su vida y toma sus decisiones pero, cada vez que reproduzcáis a un artista que ha ido en contra de vuestros principios o los principios de vuestro entorno, pensad que cada reproducción que le dais a su música, es dinero que mantiene a ese artista en esa posición y que atenta contra principios e incluso vidas de algunas personas.


Por ultimo, recordar que el movimiento #BlackLivesMatter no ha acabado. No es solo un trending topic, es un movimiento social que trata de salvar vidas que el sistema blanco heteronormativo esta matando en la actualidad. Si no podéis donar, compartid y firmad las peticiones del siguiente link: https://blacklivesmatter.carrd.co/

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